domingo, 31 de mayo de 2009


Geografía de la población

La Geografía de la población es una rama de la Geografía Humana que estudia los patrones o estructuras espaciales de los fenómenos demográficos de la población humana y los procesos de variación de los mismos a través del tiempo

Demografía y Geografía de la población

La Geografía de la población se encuentra estrechamente relacionada con la demografía en cuanto a los contenidos, métodos y objetivos, pero con una diferencia importante en cuanto al enfoque, ya que la demografía estudia la población desde el punto de vista cuantitativo y estadístico mientras que la Geografía de la población, también llamada algunas veces Demogeografía ([1] ), la estudia desde el punto de vista espacial o geográfico. La concepción de la demografía como una ciencia estadística está recogida en la clasificación decimal Dewey de las bibliotecas, en la que la demografía aparece a continuación de las obras de estadística; en cambio, la geografía de la población está entre los temas geográficos. Podríamos considerar a la demografía como una ciencia auxiliar de la geografía de la población, tomando en cuenta que los conceptos demográficos más importantes como sucede con los censos, registro civil, crecimiento demográfico, tasa de natalidad (y también de mortalidad, mortalidad infantil, analfabetismo, etc.), se emplean con el fin de analizarlos geográficamente para determinar semejanzas y diferencias entre las distintas áreas o regiones geográficas.

Evolución histórica de la Geografía de la población

La Geografía de la población es una disciplina relativamente reciente, aunque tiene precedentes bastante antiguos, en el siglo XVIII y aún antes. Los escritos de geografía durante la época clásica de Grecia ya hacían referencia a los pueblos que habitaban la superficie terrestre y a lo numeroso de sus pobladores. También los cronistas de Indias se encargaron de levantar una especie de censos de población indígena con el fin de establecer los repartimientos de tierra y las encomiendas de indígenas: las encomiendas más ricas eran las que mayor número de indígenas tenían. Y en el siglo XVIII aparecieron numerosas enciclopedias geográficas que sólo servían para incorporar datos diversos, fueran de la población de cada zona, región o ciudad, o bien de las características de dicha población: tal es el caso de la obra cumbre de Antonio José Cavanilles, las Observaciones sobre la Historia Natural, Geografía, Población y Frutos del Reino de Valencia y, ya en el siglo XIX, obras de Humboldt, Madoz ([2] ) y muchas otras. La idea de que el país más rico era el más poblado continuó hasta el siglo XIX, como puede verse en la Gaceta de Madrid, la precursora del Boletín Oficial del Estado (B.O.E.) cuando se refiere a la población de Cuba, destacándose su superioridad con respecto a algunos estados norteamericanos, por el hecho de que Cuba tenía una densidad de población superior, en uno o dos habitantes por milla cuadrada, a la de dichos estados[3]
En el campo de la demografía se habían escrito obras que podemos considerar como las iniciadoras de dicha disciplina, en especial, la obra más importante de Malthus, su Ensayo sobre el principio de la población, pero que no se podían considerar como obras que desarrollaron el campo de la Geografía de la población. Podríamos citar como excepción a la regla los dos ensayos de E. G. Ravenstein en Inglaterra que denominó Las leyes de las migraciones, en las que estudia comparativamente los patrones geográficos de las migraciones (desde dónde se emigra más, cuáles son las zonas que reciben más inmigrantes, cuál es el sexo que predomina en las migraciones cortas y largas, de dónde proceden la mayor cantidad de inmigrantes según la distancia de su desplazamiento, etc). Como vemos, estos ensayos pueden ser calificados como netamente geográficos o demogeográficos ya que enfatizan más los movimientos geográficos de la población que los datos estadísticos de la propia población.
Pero no es sino hasta el siglo XX cuando aparecen estudios de Geografía de la población con este mismo nombre. El propio Clarke (
[4] ) ha señalado como la obra inicial más importante en el campo de la Geografía de la población a la de Zelinsky ([5] ), que señala una importante bibliografía inicial para desarrollar el estudio de dicho campo.

Distribución geográfica de la población


Países según su densidad de población
La población humana jamás ha estado uniformemente repartida sobre la superficie terrestre, en primer lugar, porque el medio natural no ofrece las mismas cantidades de
recursos naturales y por lo tanto, las mismas condiciones de habitabilidad en todas partes, y en segundo porque el progreso tecnológico, que tampoco se distribuye por igual sobre la superficie terrestre, tiende a originar una creciente concentración de la población en las áreas urbanas. Es por ello que la población de las sociedades primitivas, con un nivel tecnológico más bajo, se distribuye mucho más equitativamente sobre el territorio donde viven, que en las sociedades más avanzadas. Y lo mismo se puede decir con respecto a las sociedades primitivas del pasado: los grupos de cazadores y recolectores de la antigüedad, por ejemplo, necesitaban un espacio determinado donde conseguir alimento, por lo que tenían una necesidad de repartirse mucho mejor en el territorio y controlar el número de habitantes y su crecimiento. De hecho, en muchas especies animales y en algunas sociedades primitivas, la lucha por el territorio constituye una forma de control de la población. Es la tesis de algunos demógrafos que ha sido planteada en el libro de Robert Ardrey The territorial imperative y que se refiere a la necesidad que tenían los animales y, por extensión, los habitantes de las sociedades primitivas de repartirse el territorio para obtener los recursos que necesitaban para su subsistencia. Este proceso de dispersión de la población, cada vez más raro con la creciente escasez de áreas poco pobladas, se viene repitiendo en la ocupación de nuevas tierras con fines agrícolas, ya que los ocupantes tienen que repartirse el terreno para cultivar sus parcelas. El proceso de ocupación del territorio brasileño con los bandeirantes, especialmente durante los siglos XIX y XX, fue un movimiento progresivo de ocupación de nuevas tierras que podría señalarse como ejemplo.

La densidad de población

La densidad de población indica la relación estadística entre el número de personas o habitantes que constituyen la población de una zona y la superficie territorial de dicha zona, expresada en el número de habitantes por cada unidad de superficie (km², millas², ha, etc.) y medida generalmente en habitantes por km² (habs/km²).
Las densidades de población según países suelen dar una falsa imagen de como está repartida la población en la superficie terrestre, ya que algunos países muy grandes (como China, Brasil, Estados Unidos, Canadá y otros) presentan, junto a regiones densamente pobladas, otras con una densidad muy baja, como podemos ver al comparar los dos mapas incluidos en el artículo. Podríamos decir que de una comparación entre los dos mapas puede surgir una visión más acertada de la forma como se distribuye la población mundial. Y si vemos esa distribución en mapas a gran escala de países pequeños podremos afinar todavía más el concepto de densidad de población, concepto que depende, como casi todos los conceptos en geografía, de la
escala geográfica o cartográfica del mapa. En el primer mapa tenemos una visión de la distribución de la población más acertada, ya que esas densidades están referidas a pequeñas áreas o provincias de cada país. En cambio en el segundo mapa, las densidades de población se refieren a todo el país, lo que suele enmascarar las verdaderas concentraciones de población. Así vemos que la densidad en la India es bastante elevada en conjunto pero si la vemos representada en el primer mapa nos daremos cuenta de que la mayor parte de la población se encuentra ubicada al norte del país, en lo que constituye el amplio valle del Ganges. Lo mismo podemos decir de China, cuya proporción más elevada de habitantes se encuentra en las cuencas bajas del Río YangTse y del Río Amarillo o Hoang Ho, es decir, en la

Población dispersa y Población concentrada

Población dispersa

Hábitat disperso, aunque densamente poblado, en el municipio de Breña Alta, Isla de la Palma (Islas Canarias)
Es la población que se establece en un área de poblamiento reciente dedicada a la agricultura pionera. De esta manera se produce un proceso de
dispersión de la población, al menos, en los momentos iniciales. Como su única fuente de trabajo es el cultivo del suelo, es necesario que desde un principio, se repartan equitativamente el suelo, con lo que la población, al menos en un principio, no suele tender a la concentración. Sin embargo, con el aumento de la población y de la producción agrícola, esta concentración resulta prácticamente inevitable. Esta es la idea general puesta en relieve por Ester Boserup, para quien el cambio tecnológico de la agricultura se produce al llegar a un punto crítico la tasa de densidad demográfica ([6] ) con lo cual, no sólo aumenta la concentración demográfica, sino el desarrollo técnico, el aumento de la producción y, sobre todo, la diversificación de la economía, con el inicio y crecimiento de empresas industriales y de servicios. La población dispersa es una forma del hábitat rural, y constituye el campo de estudio de la geografía rural.

Población concentrada

El parlamento de la República de Singapur, con rascacielos de la ciudad al fondo de la imagen
Se trata típicamente de la
población urbana, es decir, de la población que vive en las ciudades y ha venido pasando por un proceso de concentración de la población que da origen a las densidades más elevadas que existen en la actualidad, sobre todo, en los países o estados que están conformados por una sola ciudad, como Singapur, Mónaco o la antigua Hong Kong. Es el campo de estudio de la geografía urbana. La concentración de la población es un proceso que también se ha venido produciendo en el medio rural, al ir creciendo los pueblos y aldeas con el desarrollo de los servicios, escuelas y otras obras de tipo urbano, que hacen más beneficioso el agrupamiento de los habitantes, aunque sigan dedicándose a las tareas agrícolas. Dicho proceso de concentración progresivo es muy fácil de observar en la imagen del municipio de Breña Alta incluido como una ilustración de hábitat disperso aunque tiene una elevada densidad y cada año, con una menor proporción de población dedicada a las tareas agropecuarias. el proceso de emigración de la población rural a las grandes ciudades, conocido como éxodo rural, ha contribuido, por una parte, a la despoblación de muchas localidades principalmente campesinas y, por la otra, a una creciente aglomeración en las ciudades más pobladas, llegando en muchos casos a la formación de barriadas de viviendas no controladas (favelas, ranchos, chabolas, etc.) y al hacinamiento en las viviendas.
La concentración creciente de la población urbana ha venido teniendo dos tipos de factores: unos de atracción por parte de las ciudades: disponibilidad de servicios (educativos, sanitarios, urbanos, ocio y recreación, etc), mayores y más diversas fuentes de trabajo, sobre todo para las mujeres; y otros de rechazo del medio rural (falta de recursos, escasez de empleo, sobre todo para la mujer, escasez o precariedad de servicios educativos, de salud y de asistencia social, etc), ambos actuando de manera simultánea.